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lunes, abril 21, 2008

Eine Hölle in den Ardennen

Quizá ninguno de vosotros haya estado en las Árdenas, pero cada cual ha conocido su infierno particular. La frialdad y la insensibilidad del ser humano siempre ha sido siempreun tema que me ha fascinado, supongo que porque nunca lo he entendido del todo.
Sé que es una putada lo de los diálogos en alemán, pero le daba un toque de realismo que no podía dejar escapar y, que coño, me gusta más así. Al final pongo un glosario para los que desconozcan "das Sprache der Philosophie".

La humedad empañaba el cristal de su mira. El frío, intenso, aguijoneaba los poros de su piel. Fuera, en pleno invierno, la nieve se amontonaba, dando un toque de color a una ciudad desierta.

De repente, retumbó el cielo. Se escucharon varias explosiones en el otro extremo de la ciudad; el sonido era aterrador.

—Haubitzen[1] ...—murmuró otro soldado que se encontraba en la habitación— Es hat den Angriff angefangen[2].

El sonido de los obuses continuó durante horas, parecía no tener fin. El joven soldado se acurrucó en una de las esquinas de la habitación, como queriendo protegerse. Rebuscó pausadamente en su guerrera y, de ella, sacó una pitillera. Aterido, encendió un cigarro.

Gib mir eine Zigarette, bitte[3]. —dijo el otro soldado.

Echó mano de nuevo a su pitillera y le dio uno a su compañero.

Ich bin ein Steppenwolf, der allein in der Welt wandert...[4]—murmuró para sí.

Cuando el sonido de los obuses cesó, el sol estaba ya en lo más alto. La expectación inundó la habitación. Había llegado la hora, el momento que esperaban desde hacía días.

—Ya están aquí—se dijo.

El compañero, con la impasibilidad e insensibilidad que da el horror, comenzó a rezar. La cara del joven se tornó pálida; era un novato todavía en estos lares.
Los minutos que se sucedieron fueron los más largos de su corta vida. Aguardaba lo temido, su destino, su final.

De repente, voces en un idioma extraño alteraron la tranquilidad y el sopor, casi traumáticos, de la habitación. Los dos soldados comenzaron a cargar sus rifles, seguros ya de que la batalla había comenzado. Se encontraban en vanguardia; ellos serían los encargados de realizar los primero disparos.

Sie sind sehr lärmend, bastarde![5]—dijo el otro soldado.

El joven se apostó en una ventana, esperando...
Desde su mirilla pudo ver a los enemigos. La orden estaba dada; disparar al primer avistamiento. Eligió a su presa con tranquilidad, intentando retrasar el momento.
El disparo con mirilla no da lugar al anonimato de la batalla; cada muerto tiene un rostro, un rostro que jamás se olvida.
Apuntó a un oficial enemigo, observando y memorizando sin querer sus facciones. Tanteó el gatillo. De súbito, vino a su mente la imagen de su tierra, el verdor de los prados y el aroma de los pinos. Se sintió volar en nuevo universo, lleno de recuerdos y sabores. Todo había sido una pesadilla, pensó.

Schieβ, idiot![6]

Su dedo apretó por fin el gatillo. Un estruendo sordó salió del arma. El segundo que tardó la bala en destrozar la cabeza del oficial se hizo eterno.

Los soldados enemigos, alertados por el disparo, corrieron hacia el interior de la ciudad, buscando casa por casa; la caza había comenzado. Mientras tanto, las divisiones alemanas cruzaban el río, en retirada, al verse sobrepasadas en número.

Los recuerdos afloraron de nuevo. Solo era una pesadilla, se repitió, solo una pesadilla.
Estaba atrapado; no podía huir.
De hecho, ya llevaba tiempo atrapado.

Allí se encontraba un hombre, que se enfrentaba a la muerte, completamente vacío de voluntad. Su vida había sido siempre un infierno, repleto de dolor y sin sentido. Esta batalla solo había sido un infierno más, con distinto nombre.

Se levantó y con cuidado se colocó la punta del fusil en la boca.

Halt![7]gritó el otro soldado.

Ya era tarde. Había abandonado el infierno.



[1]. Obuses.
[2]. El ataque ha empezado.
[3]. Dame un cigarro, por favor.
[4]. Soy un lobo estepario, que camino solo por el mundo.
[5]. Son muy ruidosos. ¡Bastardos!
[6]. ¡Dispara, idiota!
[7]. ¡No lo hagas!

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Uuuuuu, pero qué friki, por favor, jejeje.
Si me hubieras pillado en otro momento te diría "bravo", pero teniendo que todavía no he terminado de revisar el "texto épico" tengo las guerras un poco atragantadas. De verdad, qué friki eres (con cariño, siempre desde el cariño).

11:32 a. m.  

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